Hay estudiantes que no solo buscan obtener un título universitario, sino que optan a la excelencia. Son aquellos que dedican horas y horas de estudio, a veces con altas capacidades par retener conceptos y con una gran capacidad de expresión escrita que van más allá del sobresaliente.

Estos estudiantes son los que tienen todo a su favor para optar a una matrícula de honor en la universidad. Pero el sistema de las matrículas de honor es un tanto peculiar y no todos los estudiantes que obtienen un 10 obtienen la matrícula.

El número de matrículas de honor nunca podrá superar el 5% de los alumnos matriculados en una asignatura. En caso de que el número de matriculados sea inferior a 20, se podrá conceder una matrícula de honor.

Matrícula de honor en la universidad: requisitos para optar a ella

El primer paso para optar a la matrícula de honor es obtener la máxima calificación en un examen. Aunque el 9 y el 10 son notas de sobresaliente, las matrículas de honor se suelen disputar solamente entre los estudiantes que han logrado la máxima calificación. No obstante, un alumno con un 9 también puede ser propuesto para ser premiado con una matrícula de honor. El criterio dependerá en cada caso del profesor de la materia.

Y, aun así, en caso de haber varios dieces, no es posible que todos los estudiantes sean galardonados con una matrícula de honor. Cada universidad puede proponer a un máximo de alumnos para obtener tal mención y ese límite no puede ser sobrepasado.

Aparte de obtener un sobresaliente en la nota final de la asignatura, no hay muchos más requisitos que el estudiante deba satisfacer. El resto compete únicamente al profesor, que puede o no decidir proponer a algún alumno para recibir la matrícula de honor y, en tal caso, aparecerá reflejado en el acta de notas.

Beneficios de la matrícula de honor para un estudiante de universidad

Obtener una matrícula de honor está muy bien, pero ¿para qué sirve? Además de dejar constancia en el expediente, una matrícula de honor en la universidad conlleva un descuento en el pago de las tasas académicas.

No hay muchos más beneficios de conseguir una matrícula de honor en la universidad, pero esa ventaja para muchos estudiantes sí puede marcar la diferencia entre poder continuar con sus estudios o no, sobre todo para los becados o quienes proceden de las familias más humildes.

Como reconocimiento a la excelencia, la matrícula de honor es un galardón del que sentirse enormemente orgulloso. Es el premio al trabajo duro y a la dedicación que conlleva una ventaja importante, ese descuento del que hablábamos que se aplica en las tasas universitarias del próximo curso académico.

Además, contar con un expediente universitario con unas calificaciones altas y matrículas de honor pueden impulsar la carrera profesional del alumno cuando se produzca su inserción en el mercado laboral, así que no solo hablamos de un beneficio económico a corto plazo, sino de ventajas que se pueden seguir notando con el paso de los años.

Las matrículas de honor se han concebido como un recurso para premiar a los estudiantes por su buen desempeño académico, y permite fomentar la continuidad en los estudios. Su obtención conlleva un incentivo económico, además de quedar reflejada en el expediente. Se puede obtener varias matrículas de honor a lo largo de una titulación universitaria y disfrutar de todos esos beneficios.

¿Se puede obtener una matrícula de honor con un 9?

Aunque normalmente los profesores universitarios se guían por la calificación numérica para otorgar las matrículas de honor, en realidad el 9 es considerado también un sobresaliente y, por tanto, todo alumno que haya conseguido una nota igual o superior a 9 puede ser propuesto para obtener la matrícula de honor.

En caso de que en el acta de notas haya estudiantes con 9 y 10, el sentido común dicta que serán los estudiantes con una nota más alta los que serán propuestos para obtener la matrícula de honor.

Pero esto no es excluyente, ya que un estudiante con un 9 puede obtener una matrícula de honor y un estudiante con un 10 no. La norma no dice nada al respecto, si bien cada universidad tiene sus propios estatutos y conviene conocerlos bien para consultar la dinámica de cada centro.

Una buena idea es dejarse caer por alguna tutoría con cada profesor para comprobar cuál es el criterio que normalmente sigue a la hora de conceder matrículas de honor. Mejor saberlo de antemano que recurrir a una tutoría durante el periodo de examen, cuando suele haber más afluencia en los despachos.

Si quieres más información acerca de las matrículas de honor de tu universidad, puedes recurrir a la dirección del departamento de tu titulación, o bien consultar los estatutos de la universidad para conocer la dinámica.

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