A lo largo de nuestro paso por la universidad, nos enfrentaremos a una serie de trabajos que requerirán de nuestro tiempo, esfuerzo y compromiso.

No nos referimos únicamente a todos los que habremos de realizar durante los cursos académicos sino, concretamente, a dos trabajos de una dimensiones e importancia por encima de estos. Hablamos del TFG y del TFM.

Pese a la similitud de los términos, lo cierto es que son cosas distintas, cuya diferencia radica en la titulación para la que los estamos realizando: un proyecto culmina la carrera universitaria, el otro pone punto y final al Máster.

La importancia de ambos trabajos justifica que erradiquemos las dudas que puedan surgir en torno a ellos. Por ello, dedicamos este post a arrojar luz sobre ambos proyectos y a explicarte, de forma clara y detallada, cuál es la diferencia entre TFG y TFM.

Para ello, empecemos por definir qué son cada uno de estos trabajos y cuáles son sus características principales para ahondar, posteriormente, en sus diferencias.

Qué es un TFG o Trabajo Final de Grado

El Trabajo Final de Grado O TFG es un trabajo de investigación individual en torno a un tema concreto. En todo el proceso, el alumno cuenta con la guía de un tutor académico que va asesorando cada paso del proyecto.

El objetivo de este trabajo es demostrar a un tribunal tu dominio sobre el tema, así como tu capacidad de análisis, síntesis y reflexión. En la amplia mayoría de los casos, los temas de TFG son propuestos a comienzo del último año de carrera para que los alumnos dispongan de todo el curso académico para su realización, tiempo más que suficiente para su elaboración. Aunque, también, puede darse el caso de propuesta libre por parte del alumnado.

Los Trabajos Final de Grado tienen una extensión de entre 30 y 50 páginas, aunque todo dependerá del área de estudio y del tema escogido. La correcta elaboración y defensa ante el tribunal del tema es determinante para la obtención del título académico.

La defensa ante el Tribunal es, quizá, la prueba que más nervios suscita entre los alumnos y habremos de ser conscientes de su importancia de cara a la nota final de nuestro proyecto. Tal defensa consiste en la presentación oral de nuestro trabajo, apoyándonos en medios audiovisuales, como una presentación en Power Point, y la correcta respuesta a las preguntas que el Tribunal nos expondrá cuando hayamos terminado nuestra exposición.

Qué es un TFM o Trabajo Final de Master

El Trabajo Final de Master, al igual que sucede en los estudios de Grado, es un trabajo o proyecto final necesario para obtener la titulación.

El TFM añade un plus de dificultad al proyecto, puesto que, por lo general, ha de ser un trabajo original, aunque esto puede no ser siempre así. En cualquiera de los casos, se trata de una demostración de los conocimientos y aptitudes adquiridas durante el año o los años que haya durado el Máster y que te hacen merecedor de la titulación.

Al igual que el TFG, el TFM, una vez concluido, ha de ser defendido ante un tribunal, el cual, se habrá leído previamente tu trabajo y habrá establecido una valoración inicial que complementará con tu exposición oral. Por ello, no es solo importante tu trabajo escrito, si no que, la presentación de tu TFM determinará en buena medida, tal y como hemos mencionado anteriormente, tu nota final.

En qué se diferencia un TFG de un TFM

Hasta aquí, vemos como los Trabajos Finales, tanto de Grado como de Máster, comparten muchas similitudes en cuanto a lo que constituyen, su importancia dentro de la titulación y su elaboración, que incluye un proyecto escrito y una presentación audiovisual para la defensa ante un tribunal.

Ahora bien, ¿en qué se diferencia un TFG de un TFM?

Como podemos suponer, los Trabajos de Final de Máster, al tratarse de estudios superiores a los de Grado, precisan de un mayor nivel de implicación por parte del alumno y de exigencias por parte de la universidad. Así, una de las primeras diferencias que encontramos es el nivel de especialización.

Nivel de especialización

Los Trabajos de Final de Grado se corresponden con temas más generales, de los que hay mucha información disponible, hecho que nos facilita enormemente la tarea.  Por su parte, los TFM abordan temas más específicos, debido al propio carácter de una Titulación de Máster.  Con un TFM nos disponemos a profundizar, dentro de una disciplina, un campo concreto, de ahí que sea mucho más específico que un tema TFG.

Para que veáis un ejemplo de cada uno de ellos dentro de un área determinada:

  • Tema TFG Historia del arte: La representación de los perros en la pintura.
  • Tema TFM Patrimonio Cultural: Los colores y las técnicas de la pintura mural maya; Análisis por difracción de rayos X.

Como podemos ver en el ejemplo, el tema correspondiente al TFG es amplio, general y del que podemos disponer de una ingente bibliografía donde, el mayor reto, será seleccionar la información y sintetizarla, creando un discurso coherente.

Por lo que respecta al ejemplo del TFM, vemos cómo es mucho más específico, requiere de un conocimiento especializado y, además, del proyecto se esperan una serie de resultados que serán totalmente originales y derivados del trabajo de investigación.

Aporte de resultados

Siguiendo con el ejemplo anterior, otra de las diferencias que podemos establecer es que, a diferencia del TFG, con los TFM tratamos de aportar nuevos resultados a las investigaciones.

De hecho, uno de los apartados más importantes del TFM será el de “Resultados”, el cual no encontramos en el TFG que finaliza con el apartado de “Conclusiones”, en el cual hacemos una síntesis del trabajo y, si bien podemos lanzar nuestras propias aportaciones, no serán exigidas como en el caso del TFM.

Extensión

Esta diferencia puede variar, ya que las extensiones de los proyectos finales dependen de las universidades, estableciéndose unas u otras cifras.

En cualquiera de los casos, los trabajos TFM tienen a ser más extensos, correspondiéndose su mínimo de páginas con las máximas que se esperan en un TFG. Es decir, si un TFG tiene, idealmente, una extensión de entre 30 y 50 páginas, el mínimo exigido que encontraremos por lo general en los TFM se establece en 50 páginas, extendiéndose hasta 80 o 100.

Los Trabajos TFM y TFG estarán acompañados de una guía donde se establecerán los apartados requeridos (Introducción; Justificación; Objetivos; Capítulos; Bibliografía; Referencias, etc), la información que se espera que aparezca en cada uno de ellos, así como la extensión total del proyecto.

Si aun con esa guía, nos surgieran dudas – algo más que frecuente y habitual – siempre podremos contar con el asesoramiento y apoyo de nuestro tutor académico quien, por el contrato que firmáis previamente a la realización del proyecto, está comprometido a ayudarte en todo lo que necesites.

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