En la recta final de nuestra formación universitaria habremos de enfrentarnos a la elaboración de un Trabajo Final de Grado, un proyecto en el que demostramos la adquisición de conocimientos y aptitudes que nos hacen merecedores del título de nuestro grado académico.
Esta tarea de gran envergadura puede llevarnos poco, mucho o demasiado tiempo. ¿Dónde está la clave? En la organización. Es cierto que no podemos obviar los problemas que pueden surgir: falta de información relevante, quedarnos estancados en un apartado, pérdida de interés progresiva o dificultad para delimitar nuestro campo de estudio.
No podemos controlar todos los factores que intervienen en la consecución de proyectos de éxito, pero sí podemos convertir, apoyados en una sólida organización y trabajo constante, meses de trabajo en una sola semana.
¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo.
En qué consiste un TFG
Antes de sumergirnos en todo un mar de trucos y consejos de lo más útiles para alcanzar nuestro objetivo, conviene definir qué es un TFG y en qué consiste.
El Trabajo Final de Grado (TFG) es un trabajo de investigación individual en torno a un tema concreto y con el objetivo de demostrar tu capacidad de análisis, síntesis y reflexión. En todo el proceso, el alumno cuenta con la guía de un tutor académico que va asesorando cada paso del proyecto.
Por lo general, los TFG se plantean como proyectos anuales, anunciados a comienzos del último curso académico y, desarrollados, a lo largo de este. Sin embargo, podemos no disponer de dicho tiempo o simplemente desear que un proyecto no se dilate tanto.
No nos olvidemos, el TFG en el último año de carrera no sustituye los exámenes ni otros trabajos de las diferentes asignaturas. Por ello, cada minuto de tu tiempo cuenta y, si bien no puedes anticiparte a la fecha de otros trabajos, una vez tienes tu tema de TFG asignado, puedes ponerte manos a la obra.
Si este es tu propósito y tu objetivo, atento a los siguientes trucos y consejos.
Trucos y consejos
En primer lugar – y esto no es un truco – habrás de haber elegido un tema que te apasione, te motive y no sientas que las horas que vayas a dedicarle te resultan de lo más tediosas y pesadas. Escoge un tema que te guste y tendrás la mitad de trabajo hecho.
Dicho esto, empezamos con los consejos:
La organización es clave
En toda base de un proyecto de éxito, ya sea a escala académica o laboral, se encuentra una sólida organización que define los pasos a seguir y los tiempos que tenemos que cumplir.
El primer paso que habremos de dar es diseñar un horario en el que establezcamos qué vamos a hacer cada día de esa frenética semana en la que haremos nuestro TFG.
Para que este horario se cumpla, antes de detallarlo, realiza una investigación para saber dónde vas a buscar la información que necesitas y cuáles son los límites de tu tema, para no incluir información que no aporte demasiado y que te haga perder un tiempo muy valioso.
Divide y vencerás
Elabora un esquema con los subapartados de tu tema. Un correcto desglose de las tareas a realizar en un proyecto amplio, como el TFG, nos ayuda a minimizar errores, ser más eficaces y garantizar un mayor control. Además, comprobar por ti mismo que vas cerrando apartados sin duda te aportará una buena dosis de autoestima y motivación.
Esta misma división de los apartados hará mucho más sencilla abordar cada una de las partes en los pocos días de los que disponemos.
Introducción y conclusión, lo último
Si bien la conclusión es un apartado que, obviamente, redactamos al final, ¿por qué es recomendable dejar la introducción para el final?
Sencillamente porque, hasta que no finalices tu TFG, no tendrás una visión amplia y profunda de lo que has abordado. La introducción es la antesala de lo que tanto el tribunal como los posibles lectores encontrarán a lo largo de la lectura de tu TFG.
Incluye una síntesis concreta y clara acerca del tema que has abordado, sus puntos principales y las conclusiones a las que has llegado. Si el TFG es la demostración de que has asimilado el conocimiento necesario para recibir el título académico, una buena introducción es la mejor carta de presentación para demostrar al tribunal que entiendes a la perfección cada idea desarrollada en tu TFG.
Por ello, deja ambos apartados al final. De lo contrario, perderás tiempo en redactarlo y revisarlo una y otra vez a lo largo de la semana de redacción.
Solicita ayuda, si es necesario
Como hemos mencionado en la introducción, muchos son los factores que pueden echar nuestro objetivo por la borda y que no acabemos el TFG en el tiempo que hemos establecido. También podemos vernos en la tesitura de compaginar nuestros estudios con un trabajo, una situación que hace, todavía más difícil, la elaboración de un Trabajo Final de Grado.
En este punto, ponemos en tu conocimiento la existencia de recursos y servicios que abordarán tu proyecto de TFG de forma eficaz y eficiente. La opción de comprar TFG es uno de estos recursos, en los que se obtiene un servicio personalizado para la redacción de tu TFG, independientemente de tu titulación y/o necesidades.
Desde la redacción desde 0 hasta simples correcciones o reducción del penalizado plagio, solicitar un TFG por encargo es una de las opciones que puedes barajar si te es imposible realizar este proyecto tan decisivo e importante.
Para resumir, la consecución rápida y efectiva para la elaboración de un TFG pasa por una excelente organización y una concentración muy rigurosa y exigente. Cada minuto cuenta y, cada paso que des, ha de ser sobre seguro. Apóyate en tu tutor académico o pide ayuda a profesionales si el tiempo aprieta demasiado.