Un gran número de estudiantes encuentra en la música el refugio ideal donde potenciar su concentración y aumentar su rendimiento. Aunque juega un papel importante a nivel anímico, la música se ha erigido por méritos propios como la aliada perfecta para mejorar los niveles de concentración en situaciones concretas, lo que puede ser de gran utilidad a la hora de maximizar el rendimiento cuando se estudia a contrarreloj, cuando se precisa acabar un trabajo dentro del plazo o cuando simplemente se busca estar más aislado del entorno para no distraerse.
Pero, ¿realmente es bueno estudiar con música? ¿Cuál es el mejor tipo de música para estudiar y concentrarse? Te sacamos de dudas acerca del papel que juega la música a la hora de desarrollarse de una manera eficaz en el entorno académico.
Música clásica para estudiar
Este es un clásico, y nunca mejor dicho. Seguro que no te viene de nuevas que la música clásica para estudiar es ideal, y fijo que has escuchado cantidad de veces los múltiples beneficios que tiene para el desarrollo cognitivo del bebé. Pues bien, lo cierto es que hay poco de mito en eso, ya que durante años los estudios han corroborado que la mejor música para estudiar y para fomentar el bienestar mental es la clásica.
A día de hoy aún se desconoce dónde reside la clave de las antiguas partituras para proporcionar estos potenciales beneficios a la psique, pero lo que sí parece cierto es que ayuda a estudiar y a encontrar unos niveles óptimos de relajación y de concentración. Cuanto menos, interesante.
Ahora bien, ¿es beneficiosa la música relajante para estudiar? Durante mucho tiempo se ha debatido acerca del papel que juega la música relajante en el cerebro, y esto merece un capítulo aparte.
No es complicado encontrar en Internet algunas recopilaciones de música clásica para estudiar. Por ejemplo, este compendio de ocho horas que recoge algunas de las más famosas partituras de artistas como Bach, Mozart o Beethoven.
Música relajante para estudiar
A pesar de que no hay que confundir la música clásica de la relajante (la clásica puede relajar, pero no es música relajante), mucho se ha debatido acerca de si es beneficioso este tipo de música para estudiar y memorizar.
Y es que, aunque la música relajante puede ser beneficiosa para librarse del estrés, también potencia la concentración al liberar al cerebro de otras cargas que, en segundo plano, puedan interferir en nuestro correcto desarrollo intelectual. Por tanto, sí que puede reportar múltiples beneficios la música relajante para estudiar y concentrarse, siempre y cuando lo uno vaya de la mano de lo otro.
Música para estudiar y memorizar
Que la música para estudiar es beneficiosa es algo obvio a estas alturas, pero la cuestión es qué tipo es mejor. Sobre esto ya hay más debate, porque todavía no está claro si realmente existe un tipo de música para estudiar y concentrarse de manera más rápida y eficiente, o si es el tipo de música el que, según nuestros gustos, hace que nuestro cerebro encuentre la motivación que necesita para continuar a pleno rendimiento.
A día de hoy se cree que ambos factores tienen algo que ver en el desarrollo intelectual durante los periodos de estudio, motivo que explicaría que algunos estudiantes recurriesen a la música electrónica para estudiar y les diese buen resultado.
Es necesario mencionar que no funcionan igual en las personas todos los tipos de música para estudiar a los que actualmente se puede recurrir. Hay quienes prefieren música clásica, otras personas se decantan por géneros comerciales como la rumba o el reggae, y hay quienes incluso echan mano de bandas sonoras para concentrarse. Aquí los catalizadores de la sugestión juegan un papel fundamental, ya que cada individuo posee unos únicos que no responden a los mismos estímulos externos.
En estos mismos catalizadores actúa la música, para estudiar, para hacer deporte o para llevar a cabo cualquier tipo de actividad. Algunas personas encontrarán mejor la música de piano para estudiar, mientras que otras la encontrarán poco menos que sedante.
Música electrónica para estudiar
Para muchos incompatible, la música electrónica para estudiar puede resultar enormemente beneficiosa, ya que fomenta que la mente se mantenga alerta y encuentre en sus vastos golpes de ritmo un estímulo lo suficientemente potente como para no desconcentrarse.
Algunas de las pistas de música electrónica que se pueden encontrar en el mercado incluyen letra, mientras que otras únicamente disponen de una pista de música. Hay quienes prefieren que no contenga letra para no distraerse, mientras que otros no se acostumbran a escuchar música electrónica para estudiar sin letra.
Hasta qué punto es bueno estudiar con música de este estilo es algo que ha copado cantidad de titulares entre los especialistas en acústica y salud auditiva, y es que la música electrónica tiende a provocar un tipo de sonido que, en cotas de volumen demasiado altas, puede resultar perjudicial a largo plazo.
Esto ocurre principalmente con subgéneros englobados dentro de esta categoría, como el drum and bass, que hace un uso abusivo del sintetizador para dar forma a sus composiciones. No obstante, es uno de los más frecuentes tipos de música para estudiar entre las nuevas generaciones de estudiantes, que cada vez se abren más a hacer uso de dispositivos de audio para concentrarse durante sus sesiones de estudio.
En algunas plataformas de vídeo en streaming se pueden encontrar recopilaciones de pistas de música electrónica, especialmente pensadas para incrementar la motivación y aumentar el rendimiento. El perfil oficial de YouTube de MusicTherapy ha incorporado una pista de casi doce horas de duración. ¡Acuérdate de hacer pausas!
¿Es bueno estudiar con música?
Aquí hay que diferenciar para qué es bueno y para qué no, ya que existe una relación directa entre la intensidad de volumen y el aumento de la motivación a la hora de estudiar. Aunque está demostrado que es bueno estudiar con música para mejorar el rendimiento académico y, por consiguiente, obtener mejores calificaciones, también es necesario extremar las precauciones en cuanto al uso y abuso de la música para estudiar y memorizar.
Por cuestiones de salud mental y auditiva, es necesario que, si se utilizan cascos o auriculares para escuchar música para estudiar y concentrarse, se hagan descansos de manera periódica por cada hora u hora y media de estudio. La sobresaturación de los canales auditivos puede dar resultados contraproducentes e impedir que se alcancen los niveles óptimos de concentración, lo que repercutiría muy negativamente en el rendimiento académico.
No es lo mismo escuchar música clásica para estudiar que rock o reggae, al igual que no es lo mismo poner música relajante para estudiar y concentrarse de fondo que escucharla con auriculares. El nivel de inmersión tiene mucho que decir en la capacidad del cerebro de aislarse y concentrarse, así como la calidad del sonido ayuda a proporcionar una agradable sensación de confort que resulta propicia para rendir al máximo durante las sesiones de estudio.
Desde el punto de vista de la salud, es mucho mejor optar por escuchar música clásica para estudiar de fondo, con un equipo de sonido que permita regular la intensidad del mismo con precisión, pero desde el punto de vista académico puede resultar mucho más provechoso hacer uso de cualquier otro tipo de música para estudiar y memorizar los contenidos con mayor eficiencia, y a un volumen lo suficientemente alto como para evitar escuchar voces o ruidos del entorno que perjudiquen la concentración.
Tipos de música para estudiar
Escuchas música relajante para estudiar y concentrarse (o cualquier otro tipo de música para fomentar la concentración y aumentar el rendimiento) provoca una reacción química en el cerebro muy beneficiosa. De hecho, al escuchar música se activa la zona del cerebro del lóbulo frontal, que es la encargada de mejorar la capacidad de concentración.
Al estar esta parte activada, es posible mejorar en rendimiento desde el mismo momento en el que se empieza a estudiar porque se potencia la capacidad de retención de contenidos, se mejora la asimilación de conceptos y se rinde mejor durante el intervalo de tiempo que dura la sesión de estudio.
No es necesario hacer una criba entre los diferentes tipos de música para estudiar que se pueden elegir si se busca mejorar el rendimiento académico. Lo más recomendable, por norma general, es elegir pistas que no contengan letra muy pegadiza o una que te sepas de memoria, ya que pueden provocar que de manera mental e inconsciente la cantes tú también y te desconcentre de lo que estés haciendo.
Esto es especialmente perjudicial cuando se realizan labores escritas a mano o en ordenador, como mientras se realizan esquemas, se llevan a cabo transcripciones o se está leyendo concienzudamente algún contenido. En cambio, la música sin letra puede generar el efecto contrario: aumentar la concentración, mejorar la capacidad de asimilación de los contenidos mientras se escribe y, en definitiva, obtener mejores resultados.
Conclusiones acerca del uso de la música para estudiar
Los beneficios del uso de música relajante para estudiar o de cualquier otra clase o género están más que contrastados. Sin embargo, es preciso tomar una serie de precauciones para no deteriorar de manera prematura nuestra salud auditiva y preservar la integridad de nuestros oídos.
Por ejemplo, es muy conveniente hacer uso es un dispositivo que regule de manera automática el volumen para mantener un nivel de decibelios seguro para nuestro tímpano. Recientemente, Apple ha incluido esta útil función en iOS (antes algo más invasiva, ahora más personalizable). Independientemente del tipo de música que escuches (optar por escuchar música de piano para estudiar está muy bien, pero es igualmente perjudicial para tu oído si la escuchas a un nivel de decibelios superior al recomendado), las limitaciones en la intensidad del volumen deben ser mantenidas, sobre todo en caso de utilizar la compañía de la música durante largas sesiones de estudio.
En cuanto al tipo de música a elegir, depende de las preferencias de cada uno, aunque ciertos factores sí deben ser tenidos en cuenta. Por ejemplo, para quien sea propenso a sufrir de ansiedad o tienda a presentar una sensibilidad aumentada al estrés, la música de piano para estudiar puede ser muy beneficiosa. Al menos en los primeros instantes, cuando su mente necesite de un estado de reposo en el que encuentre la calma que precisa para funcionar a pleno rendimiento.
Pero no solo se puede echar mano de la música relajante para estudiar: cualquier género puede funcionar bien para concentrarse, siempre y cuando actúe como catalizador de la concentración y no como distractor de la mente. Al fin y al cabo, para eso se utiliza la música durante las sesiones de estudio: para rendir de manera más eficiente y obtener mejores resultados.